EURUSD: Un recorte de tasas en diciembre está lejos de estar garantizado
Poco después del cierre de los mercados estadounidenses —cuando los resultados de Nvidia volvieron a avivar con fuerza el impulso del trade de IA—, el FOMC publicó las actas de su reunión de octubre. En ellas quedó patente una clara división entre los 12 miembros con derecho a voto respecto a la posibilidad de un nuevo recorte de la tasa de política monetaria (actualmente en el rango de 3,75%–4,00%) en diciembre, una medida que el mercado consideraba probable hace apenas unos meses.
Por un lado, los dovish —encabezados por el nuevo miembro Stephen Miran, “recomendado” firmemente por el presidente Trump— desean una postura monetaria más expansiva, citando señales de debilitamiento del mercado laboral y tasas hipotecarias elevadas que continúan afectando al sector inmobiliario. Por otro lado, “muchos” miembros siguen centrados en la inflación, aún muy por encima del objetivo oficial, y sostienen que no deberían esperarse recortes adicionales en 2025. Cabe señalar —como comentario personal— que justificar un recorte de tasas con los mercados bursátiles cerca de máximos históricos y temores de burbuja especulativa puede resultar contradictorio.
En cualquier caso, los futuros de fondos federales asignan ahora solo una modesta probabilidad del 30% a un recorte en diciembre y muestran prácticamente un empate (50-50) para enero.
Si combinamos esto con los datos de balanza de pagos publicados ayer en EE. UU. —que mostraron una mejora adicional y una clara tendencia de fortalecimiento desde que comenzaron las discusiones arancelarias en abril—, se entiende por qué el USD ha dejado de debilitarse en los últimos dos meses, incluso frente al euro.
Análisis Técnico
El EURUSD alcanzó un máximo relativo de 1,1918 el 17 de septiembre y cerró ayer en 1,1537. Como se mencionó arriba, varios factores fundamentales están respaldando la fortaleza del dólar. En el caso del euro, recordemos que el aumento del rendimiento del Bund a 10 años observado a finales de 2024 e inicios de 2025 —impulsado por anuncios de déficits elevados— ya se ha agotado, lo que tampoco favorece a la moneda común.
Desde un punto de vista estrictamente gráfico, el EURUSD ha oscilado en un rango amplio entre 1,1475 y 1,1775 desde comienzos del verano, pero ha mostrado una tendencia bajista desde los máximos de septiembre. Esto podría apuntar a la formación de un canal descendente: el límite inferior habría sido tocado el 9 de octubre y nuevamente a inicios de noviembre, mientras que el límite superior podría haber sido retesteado el 14 y 17 de noviembre cerca de 1,1655. Si esta interpretación es correcta, el objetivo de corto plazo podría situarse alrededor de 1,14, que también coincide con el mínimo de finales de julio. El RSI se encuentra actualmente en 39, sin señales de fortaleza. Además, un entorno de aversión al riesgo en la renta variable —como el observado en los últimos días— suele favorecer al dólar.
En caso de una caída más profunda, el área de 1,1250 sería clave. Si, por el contrario, el par recupera impulso alcista, los niveles a vigilar por ahora son 1,16, 1,1645 y 1,1695.


