Eli Lilly se Mantiene Firme en el Club del Trillón de Dólares
El viernes 21 de noviembre de 2025, Eli Lilly se convirtió en la primera compañía farmacéutica en alcanzar una valoración típicamente reservada para los gigantes tecnológicos: un Trillón de dólares. El hito se logró cuando su acción alcanzó los 1.057,78 USD. Junto con las grandes tecnológicas, la empresa cotiza ahora a valoraciones que—si bien elevadas, como veremos a continuación—muchos analistas consideran justificadas por sus perspectivas de crecimiento y sólida posición financiera.
Pero ¿qué está impulsando a LLY (su símbolo bursátil) a tales alturas? Su éxito se debe al desarrollo de una molécula GLP-1 excepcionalmente efectiva para el tratamiento de la diabetes y la obesidad, que la compañía ha comercializado mediante dos medicamentos superventas: Mounjaro y Zepbound. Aunque se promocionan con enfoques ligeramente distintos—Mounjaro principalmente para la diabetes y Zepbound para la gestión del peso—ambos productos están destinados a transformar dos mercados que se espera crezcan de forma drástica en los próximos años. Se prevé que el mercado de la diabetes aumente de unos 100.000 millones de dólares actuales a aproximadamente 230.000 millones para 2030, mientras que el segmento de tratamiento de la obesidad podría cuadruplicarse y alcanzar cerca de 100.000 millones para ese mismo año.
En conjunto, estos dos fármacos representan más del 50% de los ingresos totales de Eli Lilly. Según los datos más recientes, la facturación global creció un 53,9% interanual, impulsada por un notable incremento del 62% en los volúmenes. Esto, combinado con un retorno medio sobre el capital invertido (ROIC) a tres años del 21,71%, sostiene el optimismo de los inversores, así como las continuas compras por parte de fondos institucionales y traders. El sentimiento del mercado también se ha visto favorecido por indicios de que la próxima reforma del Obamacare podría ofrecer nuevos vientos de cola para la compañía.
Por otro lado, no deben pasarse por alto los múltiplos de valoración excepcionalmente altos a los que cotiza la acción, ya que podrían hacer que la empresa parezca cara para algunos inversores. Su PER se sitúa cerca de 60, frente a una media de 23,4 en el S&P 500, mientras que el PER adelantado ronda los 40. El ratio P/S (precio/ventas) es aún más extremo, alrededor de 17, frente a una media del índice de 3,1.
En resumen, las perspectivas de crecimiento siguen siendo sólidas y la situación financiera de la empresa es robusta, pero es posible que el llamado smart money haya descontado gran parte de esta fortaleza hace ya algún tiempo. Pasemos al gráfico.
Análisis Técnico
Eli Lilly ha registrado solo una jornada negativa desde el 30 de octubre. El cierre de ayer en 1.109,74 USD representó un avance del 3,72%. Como suele ocurrir con los valores de crecimiento exponencial, las líneas de tendencia alcista se mantienen bastante por debajo del precio actual y se han ido empinando con el tiempo: la línea que se origina el 7 de agosto se sitúa ahora en torno a 820 USD, mientras que la línea más inclinada que comienza el 24 de septiembre está cerca de 884 USD. Lo mismo ocurre con las medias móviles: la media móvil de 50 días, de fuerte pendiente ascendente, se ubica en 868 USD, mientras que la de 200 días, más plana debido a la reciente aceleración, ronda los 802 USD.
El primer nivel de soporte estático relevante se encuentra alrededor de 955 USD, correspondiente a los máximos de 2024, aunque pueden identificarse zonas de soporte más ligeras cerca de 1.035 y 995 USD. Las Bandas de Bollinger se han ensanchado de forma significativa, aunque no se han perforado—una señal alentadora de que el valor podría no estar aún en un punto máximo.
LLY sigue siendo una posición muy atractiva a largo plazo, pero es probable que surjan puntos de entrada más favorables en las próximas semanas. Apostar a la baja contra una tendencia tan acelerada suele ser casi siempre una mala idea.


