GBPUSD: Bajo Crecimiento, Inflación Persistente y Dudas Presupuestarias
A las 08:00 GMT de esta mañana se publicarán las actas de la última reunión del Financial Policy Committee (FPC), el organismo del Banco de Inglaterra encargado de salvaguardar la estabilidad del sistema financiero del Reino Unido. Será especialmente interesante conocer su valoración, dado que el contexto macroeconómico del país dista de ser boyante—aunque, para ser justos, no es el único entre sus vecinos. El crecimiento es débil y continúa desacelerándose: el PIB avanzó apenas un +0.1% en el 3T 2025, tras un +0.3% en el 2T. El consumidor muestra fragilidad, como evidencian las Ventas Minoristas del –1.1% mensual en octubre, claramente por debajo de los niveles pre-pandemia.
En el frente fiscal, el déficit presupuestario sigue siendo elevado (el último dato oficial se sitúa en el 4.8%), y el retorno al objetivo del 2% no se espera hasta más adelante, probablemente entre 2029 y 2030. Los elevados niveles de déficit y deuda (esta última en el 106% del PIB), junto con la naturaleza “diferida” de las subidas de impuestos anunciadas—lo que implica que la mayor parte del ajuste llegará en los últimos años—siguen alimentando dudas sobre la credibilidad fiscal a largo plazo. La inflación, aunque ha descendido con fuerza desde el máximo del 11.1% registrado hace unos años, continúa en el 3.6%, claramente por encima del objetivo del 2%. Ahora se prevé alcanzar dicho objetivo solo en el 2T 2027 (cuando hace un par de años se hablaba de 2025).
El Banco de Inglaterra debe, por tanto, manejar un equilibrio delicado: una economía poco dinámica, pero la necesidad de preservar la estabilidad monetaria y financiera, evitando reavivar la inflación mediante un recorte prematuro de tipos. Esto explica probablemente por qué mantuvo el tipo rector en el 4% en noviembre. Veamos ahora el panorama técnico del GBPUSD.
Análisis Técnico
La evolución del par en 2025 se ha dividido prácticamente en dos etapas. Hasta principios de julio, el GBPUSD se fortaleció de forma constante, alcanzando un máximo de 1.3789 el 1 de julio, tras repuntar desde el mínimo del año en 1.2100 del 13 de enero. Este movimiento probablemente se apoyó en las expectativas de una reducción del diferencial de tipos frente a EE.UU., dado que el mercado anticipaba recortes más agresivos por parte de la Fed que del Banco de Inglaterra.

Sin embargo, en la segunda mitad del año el par perdió tracción: primero se estabilizó en la zona 1.34–1.366 hasta comienzos de otoño, y posteriormente continuó descendiendo hasta cerrar ayer en 1.3209. Este nivel refleja ya un rebote desde el mínimo relativo del 4 de noviembre en 1.3010.
Destaca un elemento técnico clave: el cruce bajista entre las medias móviles de 200 y 50 días—conocido entre los analistas técnicos como death cross, considerado una de las señales bajistas más fiables. Este cruce se produjo el 25 de noviembre alrededor de 1.33. Ayer, el GBPUSD dibujó un inverted hammer (aunque con una sombra superior relativamente corta) tras testear la media móvil de 50 días, con pendiente negativa, en 1.3276.
Si añadimos que la acción del precio de los últimos cinco meses puede encuadrarse en un canal ligeramente bajista—cuyo límite superior se sitúa hoy cerca de 1.3350—parece haber margen para nuevas caídas en el Cable. Los posibles objetivos se sitúan en 1.3185, 1.3145, 1.3090 y la zona clave de 1.3050. Una ruptura de este último nivel podría llevar a un test de los mínimos de noviembre en torno a 1.30 e incluso de la parte inferior del canal, hacia 1.2940 aproximadamente.
Por el lado alcista, los niveles de riesgo vienen definidos por las dos medias móviles mencionadas (1.3275 y 1.3315), seguidas del límite superior del canal en 1.3350. Será interesante comprobar si el death cross mantiene su sólido historial como indicador fiable de una continuación bajista.
