El Nikkei japonés: el verdadero outperformer
Puede que haya pasado desapercibido, pero el índice que realmente ha destacado en los últimos meses ha sido el Nikkei japonés. Ninguno de sus homólogos de los mercados desarrollados se acerca siquiera al +70,94% de rentabilidad absoluta registrado desde los mínimos de abril de 2025 (30.973) hasta los máximos alcanzados hace apenas unas sesiones (52.637 el 4 de noviembre). En términos absolutos, sí; pero conviene recordar que el Nikkei cotiza en yenes, y este es un punto clave.
¿Y qué ha impulsado esta fuerte rentabilidad relativa? En parte, la normalización de la política monetaria tras 15 años de tipos negativos o cercanos a cero; en parte, unas expectativas de inflación al alza (+3% en octubre de 2025). Pero, sobre todo, ha sido la depreciación del yen, como comentamos en una publicación anterior: cuando una divisa se debilita en el mercado de divisas, suele ser un factor de apoyo para su índice bursátil, dado el carácter internacional de los flujos inversores.
El nuevo gobierno japonés ha anunciado recientemente un enorme estímulo fiscal por valor de 135.000 millones de dólares, destinado a sostener un crecimiento del PIB del +1,4% anual durante los próximos tres años. El plan contempla subvenciones al sector energético, transferencias directas a los hogares mediante vales en efectivo y reducciones de impuestos clave —incluidos los aplicados a la gasolina— además de elevar el umbral de ingresos a partir del cual se empieza a tributar. Aunque el objetivo es aliviar a los hogares del impacto del aumento de los precios, el efecto no deseado a largo plazo podría ser justamente el contrario. Asimismo, las dudas sobre la sostenibilidad fiscal podrían incomodar a los inversores.
Al mismo tiempo, crecen las especulaciones sobre una nueva subida de tipos en diciembre, que podría situar el tipo oficial en 0,75%, una expectativa reforzada también por unos datos de exportaciones inesperadamente sólidos (+3,7% interanual en octubre). Todo ello tendrá un impacto decisivo tanto en el Nikkei como en el yen, cuyas trayectorias —como hemos visto— están parcialmente correlacionadas de manera inversa.
