El oro vuelve a brillar un mes después
Al momento de escribir estas líneas, el oro al contado ($4,104) ha ganado $102 respecto al cierre del pasado viernes, lo que representa un aumento diario del +2.56%. Se trata de su mejor desempeño desde mediados de octubre (viernes 17, para los supersticiosos), cuando comenzó una corrección que llevó al metal precioso a perder hasta un 11.5% desde la zona de $4,380, alcanzando un mínimo relativo de $3,886 el 28 de octubre, antes de establecer un suelo de corto plazo en torno a $3,935.
La noticia de un posible acuerdo entre demócratas y republicanos para poner fin al cierre (shutdown) del gobierno estadounidense, que ya se prolonga por más de un mes, ha enviado una señal clara a los mercados: el gasto público y el déficit fiscal volverían a recibir apoyo bipartidista. Estas expectativas han ido impulsando no solo al oro, sino también al conjunto de activos de riesgo.
Analistas de grandes bancos como J.P. Morgan han calificado el repunte de los ultimos meses como una “debasement trade” (operación de devaluación), haciendo referencia a la pérdida del valor intrínseco de las monedas fiduciarias —en particular del dólar estadounidense— provocada por la continua expansión del endeudamiento, un factor que ha favorecido las subidas en oro, Bitcoin y otros activos de riesgo.
Quedan atrás los años de fuerte correlación negativa entre el oro y los tipos de interés reales. Las compras de bancos centrales a lo largo de 2023 y 2024 han impulsado una ola de acumulación que mantiene vivo el impulso alcista del metal.
Análisis técnico
Desde una perspectiva de largo plazo, el oro ($4,104) inició una tendencia alcista clara y sostenida a finales de 2023, desde la zona de $1,800, moviéndose dentro de un canal bien definido que ha permitido avances de medio plazo cercanos al 20%.
Tras alcanzar el área de $3,300 en abril de 2025, el metal consolidó durante cuatro meses dentro de un rango con techo en torno a $3,445, antes de romper al alza con fuerza a finales
de agosto. Este breakout derivó en un movimiento parabólico, que llevó los precios por encima del canal y hasta un máximo histórico de $4,381.40 el 20 de octubre de 2025, en condiciones de fuerte sobrecompra (RSI > 87). En la fase final del impulso, las oscilaciones diarias superiores a $150 se volvieron habituales, reflejando una volatilidad excepcionalmente elevada.
El 27 de octubre, la línea de tendencia más pronunciada dentro del canal —originada en $3,310 el 20 de agosto— fue perforada a la baja, aunque el precio se mantuvo relativamente estable. El nivel de $3,450, previamente puesto a prueba a inicios de octubre, actuó como soporte sólido. El RSI retrocedió hasta 50 y desde entonces ha retomado una trayectoria claramente ascendente.
Actualmente, la zona entre $4,080 y $4,150 se configura como una resistencia clave. Un eventual re-test de la anterior línea alcista podría producirse en niveles cercanos a $4,250. Por el contrario, una ruptura por debajo de $4,080 dirigiría la atención hacia $4,030 (con soporte intermedio débil en $4,045). Si se perforara también ese nivel, el precio podría volver al rango anterior, con un límite inferior en torno a $3,930 y una parada intermedia cerca de $3,970.
En términos generales, el oro parece razonablemente valorado a los niveles actuales. Aunque no se esperan ganancias significativas en las semanas que restan hasta fin de año, la combinación de inercia alcista y alta volatilidad observada en los últimos meses mantiene abierta la posibilidad de un nuevo test de los máximos anuales.


