El RBA Mantiene los Tipos en 3,6% y el AUD Sigue Avanzando
Esta mañana, el Banco de la Reserva de Australia (RBA) mantuvo su tipo de referencia en 3,6% por cuarta reunión consecutiva, con el AUD/USD destacándose como el mejor desempeño entre los principales pares de divisas. El RBA es el primero de los cuatro grandes bancos centrales que se reúnen esta semana, todos enfrentando el mismo desafío: equilibrar una inflación que continúa por encima del objetivo con una economía que aún avanza a un ritmo razonablemente sólido, aunque con un riesgo claro de desacelerarse en los próximos meses.
Los datos macroeconómicos de Australia muestran un crecimiento del PIB del 2,1% y una tasa de desempleo baja, del 4,3%, aunque el mercado laboral se ha estabilizado en niveles superiores a los de principios de año (2025 comenzó en 3,9%). La actividad económica está siendo impulsada por el consumo de los hogares y la inversión privada; sin embargo, el aumento de los precios está erosionando el poder adquisitivo, lo que se refleja en un crecimiento del PIB per cápita moderado. De manera algo sorprendente —al menos para quien escribe—, las exportaciones han mostrado una volatilidad significativa. A pesar de ser un gran exportador de mineral de hierro, carbón y materias primas en general (incluido el oro), la balanza comercial ha registrado una tendencia descendente desde mediados de 2022.
El RBA inició un ciclo de flexibilización en noviembre de 2023 y, como se ha señalado, lo interrumpió recientemente, en agosto de este año. Todo indica que los inversores ya habían anticipado este cambio varios meses antes, dado que el AUD/USD no ha retrocedido desde abril de 2025 y, por el contrario, registró un repunte sólido antes de estabilizarse en los niveles actuales.
Análisis Técnico
El AUD/USD comenzó el año en torno a 0,62 y, desde entonces, ha subido de manera lenta pero constante —dejando aparte la volatilidad asociada a los aranceles en abril— hasta situarse en el nivel actual cercano a 0,6638. De hecho, durante la segunda mitad del año el par ha operado mayormente de forma lateral dentro de un rango entre 0,6460 y niveles muy próximos al actual 0,6620. Solo a finales de septiembre llegó brevemente a 0,6703, nivel que parece ser ahora el siguiente objetivo direccional. El par acumula 13 sesiones consecutivas al alza, lo que ha llevado, como era de esperar, a que los principales indicadores técnicos (RSI, MACD) adopten configuraciones claramente constructivas.

Además, el gráfico de largo plazo resulta especialmente relevante: la acción del precio está poniendo a prueba la línea de tendencia bajista de largo recorrido originada en 2021. Para los inversores de medio y largo plazo, puede ser prudente esperar a ver cómo reacciona el mercado ante este nivel estructural. Una ruptura al alza abriría objetivos iniciales en 0,6710, seguidos de 0,6760 y, finalmente, 0,6795. Un movimiento de sobreextensión hacia 0,6870 podría darse si el sentimiento del mercado se tornara más optimista.

A la baja, los niveles de soporte a vigilar son 0,6585 y —de manera más relevante— 0,6480 y 0,63630. No obstante, estos escenarios bajistas no constituyen nuestro caso base.
