EUR/CHF y la fortaleza del franco en punto crítico
Durante el fin de semana, el presidente del Banco Nacional Suizo (BNS), Martin Schlegel, realizó una serie de declaraciones interesantes que, como suele ocurrir con los banqueros centrales, ofrecen indicaciones útiles sobre el posible rumbo futuro de la moneda nacional, el franco suizo (CHF). En concreto, Schlegel afirmó que Suiza podría necesitar una política monetaria aún más acomodaticia. Esto resulta especialmente relevante si se considera que, desde febrero de 2024, el BNS ha recortado los tipos desde el 1,75% hasta el 0% actual, siendo el único banco central de los mercados desarrollados que ha vuelto a este nivel.
A pesar de este claro punto de desventaja, el CHF —que lleva décadas apreciándose frente a las principales divisas, y especialmente frente al euro— no ha experimentado ningún tipo de depreciación. Más bien, se ha estabilizado en el rango de 0,92–0,945. Volveremos sobre este punto más adelante.
¿Por qué ha ocurrido esto? Desde 2022, el BNS ha estado fuertemente involucrado en operaciones de mercado abierto. Cuando la inflación comenzó a repuntar a nivel global, el banco central vendió grandes cantidades de reservas de divisas para comprar francos suizos y fortalecer la moneda. Con un CHF más fuerte, el impacto de las importaciones sobre los precios internos disminuyó, contribuyendo así a contener la inflación en el país alpino.
Este fin de semana, Schlegel incluso mencionó la posibilidad de tipos negativos y, al hacerlo, recordó que las reservas de oro de Suiza —las séptimas mayores del mundo— siguen siendo muy significativas. La razón es evidente: unos tipos negativos ejercerían una presión bajista considerable sobre el CHF, mientras que las reservas de divisas se han reducido sensiblemente en los últimos años. No obstante, el banquero central dio a entender que el país aún dispone de una sólida base en oro que respalda la fortaleza del franco.
Análisis técnico
Como se mencionó anteriormente, la apreciación del CHF frente al EUR alcanzó su máximo en agosto de 2024, cuando el EUR/CHF cayó a 0,9211. Desde entonces, este ha sido el mínimo del ciclo, probado en otras dos ocasiones y vulnerado únicamente durante una sesión, el pasado 4 de noviembre (mínimo en 0,9180).
A lo largo de estos 15 meses, el par ha oscilado entre este soporte y aproximadamente 0,945, con una breve incursión hacia 0,9630 en marzo de este año. Ahora, con la perspectiva de tipos negativos, este escenario podría cambiar, sobre todo considerando que —técnicamente— la directriz bajista de largo plazo pasa muy cerca del nivel actual, situándose hoy en torno a 0,9370. Originada en marzo de 2021 cerca de 1,1150, ha sido testada en múltiples ocasiones y posee por tanto una relevancia considerable.
Otro aspecto notable es que las medias móviles de largo plazo —tanto la de 50 días como la de 200 días— también se encuentran muy cerca, en 0,9296 y 0,9366 respectivamente, y llevan tiempo aplanándose. El RSI está repuntando tras mostrar brevemente una divergencia alcista.
A la luz de estos factores, consideramos el nivel de 0,9370 como crucial en el medio y largo plazo. Una ruptura sostenida por encima de dicho nivel durante varios días señalaría el final del sesgo bajista de largo recorrido en el EUR/CHF. El cierre de ayer fue 0,9315, y creemos que el par intentará poner a prueba ese nivel en las próximas horas o días.
Si la ruptura no se materializa de inmediato, podría producirse un nuevo movimiento hacia la media móvil de 50 días y el nivel psicológico de 0,93. Por el contrario, si la directriz es superada y el precio se mantiene por encima durante varios días, esto indicaría que algo está cambiando en relación con la fortaleza del CHF.


